Para el primer trabajo de la parte práctica de esta materia decidí que empezaría con una técnica que me fuese a resultar complicada, para dedicarle tiempo sin estar tan presionada. De esta manera, intenté intercalar una técnica complicada (desde mi punto de vista) con una un poco más ligera, para controlar un poco el tiempo.
Así pues, escogí el carboncillo. Esta es una técnica que siempre me había llamado la atención y me parecía que quedaba muy elegante, pero que nunca había practicado. Para mi suponía un reto empezar con ella, ya que nunca me he decantado mucho por las artes plásticas.
Escogí una imagen de mi pueblo, Allariz, para reproducir. Como se ve en la primera imagen, es una fotografía de un día con mucha niebla. Creí que de esta manera, al no estar todo tan definido, me resultaría más sencillo.
Como materiales utilicé una hoja de dibujo de tamaño A3 de 160g con superficie rugosa, un carboncillo, un difumino y un lápiz de carboncillo compuesto.
Comencé por dar la base de color con el carboncillo, para posteriormente ir definiendo poco a poco: los árboles lo más oscuro, y según vamos hacia atrás en la fotografía, más claro, para dar sensación de lejanía. De esta manera, con el lápiz compuesto definí los objetos más cercanos a nosotros: los dos bancos y la columna.
En conclusión, fue un trabajo que me llevó tiempo pero con el que estoy satisfecha.
Este el el resultado final:
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